miércoles, 14 de noviembre de 2007

Robot Contra Humanos

Ética de robots

La preocupación de que los robots puedan desplazar o competir con los humanos es muy común. En su serie Yo, Robot, Isaac Asimov creó las Tres leyes de la robótica (que más tarde fueron cuatro) en un intento literario por controlar la competencia entre robots y humanos. Las leyes o reglas que pudieran o debieran ser aplicadas a los robots u otros “entes autónomos” en cooperación o competencia con humanos han estimulado las investigaciones macroeconómicas de este tipo de competencia, notablemente construido por Alessandro Acquisti basándose en un trabajo anterior de John von Neumann.
Actualmente, no es posible aplicar las leyes de Asimov, dado que los robots aun tienen una capacidad muy limitada para comprender su significado, evaluar las situaciones de riesgo tanto para los humanos como para ellos mismos o resolver los conflictos que se podrían dar entre estas leyes.

El Proyecto Universidad Milenio de las Naciones Unidas examina la forma en la que los humanos y los robots se relacionarán en el futuro. Uno de sus escenarios de análisis, nominalmente puesto en el año 3000, fue llamado La ascensión y caída del Imperio Robot. En ese escenario, mirando hacia atrás hasta el día de hoy:


Los robots evolucionaron como los humanos y se volvieron filósofos, bufones, políticos, oradores, actores, maestros, acróbatas, artistas, poetas y pastores de los menos adeptos humanos. La sociedad tuvo un nuevo sistema de castas, y los humanos se convirtieron en una raza tolerada y de alguna manera menospreciados por las máquinas que pudieron desplazarlos y mejorarlos en cualquier medida de fuerza, vitalidad, velocidad y resistencia. El argumento más importante hecho en la aplicación de la tecnología genética para mejorar el desempeño de los humanos mental y físicamente fue “nosotros tenemos que mantenernos a la par con los robots”. Con los recursos escaseando, la selección natural y artificial comenzó a operar en una manera seria, distribuyendo los recursos disponibles entre aquellos entes que eran los más aptos para explotarlos, en su mayor parte, los robots. ¿Cómo pudieron los humanos retomar el control? La respuesta fue usar la ingenuidad humana, la creatividad, ocultismo, dedicación y distracción. Tomó algún tiempo, pero funcionó. Esto al final comenzó a estabilizar la población de robots.
Muchos desechan tal escenario y lo tachan de optimista y muy orientado a la propaganda tecnológica. Hay muchos ejemplos de robots desplazando humanos, y las tecnologías integradas en el Robot Depredador y los Misiles Crucero de EE.UU. son ejemplos altamente sofisticados de inteligencia artificial utilizada para asesinar humanos.



Muchos temen a las armas de destrucción masiva basadas en pequeños robots ubicuos.
Aún sin una programación maliciosa, los robots y los humanos no tienen la misma tolerancia o conocimientos, conduciendo esto a accidentes: en Jackson, Michigan, el 21 de julio de 1984 un robot aplastó a un trabajador contra una barra de protección en la que aparentemente fue la primera muerte relacionada con un robot en los EE.UU. En LongBets, un mercado de futuros, hay predicciones impresionantes que son una autodefensa en contra de que los robots serán un elemento estándar en este siglo.



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